DISEÑO… ¿O ENCHILADAS?

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¿Sabes en qué se parecen las enchiladas y el diseño gráfico? No, éste no es uno de esos chistes donde te decimos algo que nada que ver o te albureamos, hoy vamos a revelar el secreto mejor guardado de los diseñadores… no te creas, no tan así, pero sí al final de este artículo entenderás en qué se parecen y seguro que verás de modo distinto tanto esta profesión como a quienes se dedican a ella. Si eres diseñador gráfico, seguro ya sabes de qué estamos hablando, no spoilers por fa.

Te contamos

Actualmente, y como ya habrás podido notar, muchísimas empresas están apostando (acertadamente) por un departamento de comunicación y marketing interno, ya que es fundamental para una buena imagen y posicionamiento de la empresa en el mercado, lo cual en nuestros tiempos se traduce en ventas; sin embargo, los profesionales del diseño que laboran dentro de una compañía suelen escuchar a menudo la frase “se necesita para ya”, ¡pero eso es imposible! Todo objetivo requiere un proceso y, por ende, un tiempo.

Hablemos de creatividad

Tal vez en otras áreas es más perceptible, pero es importante que tengas en cuenta que la creatividad no puede condicionarse como tal a tiempos inmediatos, pues no tiene un horario específico para nacer; las personas que se dedican al área creativa tienen su propio proceso para hacer surgir las ideas y, sumados a su talento, garantizar un trabajo perrísimo. ¿Te has preguntado qué pasa si limitas esta parte del proceso, sin considerar los tiempos pertinentes? Seguro tendrás un producto final, pero no necesariamente será estético ni funcional para tus objetivos.

Sabemos que si tú vienes de una escuela numérica cuadradona, es difícil de aceptar, pero no te asustes, nadie está diciendo que no puedes establecer fechas o procesos, simplemente nos referimos a considerar dentro de esos tiempos lapsos viables y sobre todo realistas.

Por ejemplo…

Pa’ que quede más aterrizado esto: si necesitas el logotipo de una marca naciente para algún cliente existen pasos a seguir, donde primero que todo se debe conocer la visión de éste, para luego buscar fuentes de inspiración (ideas) a través de una brainstorming de diseño compuesta por tipografías, colores, dibujos, imágenes, formas, texturas, entre otras; todo esto, obvio, tomando en cuenta el concepto que el cliente quiere plasmar. Pero esto no es todo, lo siguiente es un bocetaje en que el punto es bajar las mejores ideas de lo que podría quedar. Sumando estos dos momentos, lo que sigue es tener finalmente las propuestas iniciales para trabajar sobre ellas. Una vez aceptado alguno de los bocetos, se procede a vectorizar las ideas y hacer pruebas de color, variaciones de marca, reducciones, espacios de respeto, entre otras cosillas complejas para tener finalmente al bebé (logo) de tus clientes… ¡uff!

En este extenso camino con los pasos vitales para la creación de una marca, debes considerar que se trata de un proceso que puede llevar semanas e incluso meses dependiendo de la complejidad del proyecto.

El momento de la verdad

Y ahora sí, llegamos al tan esperado momento: el diseño y las enchiladas se parecen en… *redoble de tambores* ¡nada! Pero sabemos que ya te lo andabas imaginando, porque efectivamente el diseño no es inmediato ni puede estar listo “para ya”, y tampoco puede apresurarse, a menos que quieras convertirte en un mal meme y ejemplo de lo que no se debe hacer, corriendo el riesgo de tener algo que no sea funcional.

Por eso, si en tu empresa tienes un team creativo, y no sólo de diseño sino de cualquier otra rama, cuando escuches la frase “ni que fueran enchiladas” te hará sentido. Es más, tenemos fe en que no la volverás a escuchar porque esperamos que con este artículo hayas conocido el por qué no debes solicitar algo inmediato: porque, finalmente, ¡no son enchiladas!

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