Ante esta pregunta expresa, una respuesta expresa. Porque fiscalmente te conviene!
Primero que nada, es muy importante que conozcamos los dos principales tipos de arrendamiento que existen: arrendamiento financiero y arrendamiento puro.
El arrendamiento financiero, cómo lo conocemos comúnmente, es la forma en la cual la mayoría de las personas compran sus cosas. Se firma un contrato en donde se te otorga el uso de un bien a cambio de un pago mensual que cubra el valor del mismo más un interés. En este caso, es importante resaltar que el dueño legal del bien es la persona que te está financiando; por el contrario, el propietario fiscal eres tú.
Y esto, ¿qué implicaciones tiene?
Al tu ser el propietario fiscal, tu estas comprando un activo no teniendo un gasto, por lo que si tu intención es deducirlo, la mayoría de las veces tendrás que hacerlo apegado a las reglas de los activos (por medio de depreciaciones) descartando toda posibilidad de deducir tu pago mes con mes.
Ahora, al igual que en el arrendamiento financiero, en el arrendamiento puro también se te otorga el derecho de usar un bien por un plazo determinado, sin embargo, en este caso lo harás bajo un esquema de renta mensual por lo que desde una aspecto fiscal, el bien no te pertenece, permitiendo que tu pago sea considerado un gasto y por consecuencia sea deducible*.
Al finalizar el contrato, tú tendrás la posibilidad de decidir si quieres adquirir el bien a un precio bajo, devolverlo, extender el contrato o rentar uno nuevo.
Un punto importante a considerar es que el arrendamiento puro aplica tanto para automóviles como para equipo de oficina, mobiliario, maquinaria, equipo pesado y aparatos sofisticados. De hecho, existe un gran número de empresas que en la actualidad se dedican a arrendar casi cualquier cosa bajo este esquema.
El arrendamiento puro, cómo todo en la vida, tiene sus pros y sus contras. Mientras que por un lado si es de resaltar el beneficio fiscal que te puede generar, no podemos dejar de mencionar que en la mayoría de los casos este puede llegar a ser un poco más caro.
Anímate a analizar tu intención de compra y tu necesidad. Recuerda que una buena decisión te puede traer beneficios indirectos que incrementen tu rentabilidad.
Si tiene dudas de cuál puede ser la mejor opción para ti, pregúntanos, podemos ayudarte!
*Es importante considerar que para algunos activos las deducciones están topadas
Mi Primer Contador
[…] vez teniendo claros los puntos anteriores, si decides rentar, el siguiente paso será celebrar un Contrato de Arrendamiento con el dueño del establecimiento. Te recomendamos seguir los siguientes pasos antes de firmar el […]