¿Puedo hacer deducible un gasto pagado por alguien más?
Uno de los elementos clave que debemos de cuidar es la manera en la que efectuamos los gastos, ya que como lo hemos escuchado, existen requisitos que se deben cumplir para que estos sí cuenten como deducibles.
En este sentido, las compras que realizamos pero que son pagadas a nombre de terceros, no son la excepción, por ejemplo:
En este sentido, las compras que realizamos pero que son pagadas a nombre de terceros, no son la excepción, por ejemplo:
1) Necesitas comprar algo con tarjeta de crédito pero no cuentas con una y alguien más te la va a prestar.
2) No tienes el dinero suficiente al momento de la compra y otra persona te hará favor de pagarlo.
3) Tienes la necesidad de hacer un gasto para tu empresa, pero tendrás que utilizar tu tarjeta personal.
Suena familiar, ¿no?. Es por eso que a continuación, les platicaremos acerca de los requisitos que se deben de cumplir para que un gasto pagado por una tercera persona sí sea deducible para quien recibe la factura.
En primer lugar, el pago a nombre de terceros es la acción de pagar un gasto y pedir la factura a nombre de alguien más, un tercero, no importando sea persona o empresa. Está dinámica cada vez es más común, sobre todo en las personas morales (empresas), ya que el uso de tarjetas de crédito y pagos en línea son más constantes y no siempre se cuenta con ellas a nombre del contribuyente, es decir, de la persona o empresa que hará deducible el gasto. En estos casos, normalmente alguno de los socios o persona cercana de confianza, presta su tarjeta para efectuar la compra o el gasto, suponiendo que ya perdió la posibilidad de deducirlo y en la mayoría de los casos, ya ni piden la factura, aun cuando podría si lograrse el beneficio.
Entonces, ¿Qué debo considerar para que este tipo de prácticas si jueguen a mi favor?
Estos son los lineamientos a seguir:
1) Que la factura venga dirigida al RFC del contribuyente que va a hacer deducible el gasto, no de quien lo pagó (o prestó la tarjeta de crédito).
2) Que en caso de ser efectuada la compra o el gasto en efectivo, no supere los 2 mil pesos si es persona física con actividad empresarial o persona moral, o 5 mil pesos si es RIF (Persona en el Régimen de Incorporación Fiscal). Recuerden que la gasolina es el único gasto que no podrá ser efectuado en efectivo, a menos que seas RIF y no superes los 2 mil pesos mensuales.
3) Que cuando se supere los límites para efectuar pagos en efectivo, estos sean pagados por un medio electrónico, es decir tarjetas de crédito o débito, transferencias, monederos electrónicos y/o cheques.
4) Que al momento de reembolsar el gasto al tercero que pagó la factura (en otras palabras, cuando le paguemos a quien nos prestó el dinero o la tarjeta para la compra o el gasto) se le reembolse la cantidad exacta por medio de transferencia electrónica directo a la cuenta o tarjeta de la cual se hizo el pago. Importante: debe ser la misma cuenta y/o tarjeta de dónde salió el pago, o en su defecto, si fuera otra cuenta o tarjeta, que también esté a nombre de quien lo efectuó.
Como dato adicional, esta práctica no sólo disminuirá utilidades sino también, en caso de que lleven IVA, podrá ser considerado acreditable contra tus IVAs cobrados.
Si se fijan, realmente el procedimiento y los requisitos para poder lograr la deducibilidad en estos casos son muy sencillos, por lo que los invitamos a que a partir de ahora, si necesitan hacer uso de esta práctica por la razón que sea, si pidan la factura y aprovechen el gasto.
Esperamos esta información sea de mucha ayuda, cualquier duda adicional, quedamos al pendiente y con gusto la resolveremos.
Mi Primer Contador.
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Guía práctica: aprende a usar tus tarjetas de crédito y débito.
Hoy en día vivimos en un mundo donde las compras y ventas a distancia son nuestra nueva realidad por lo que el uso de tarjetas de crédito y débito se ha vuelto necesario. Ya sea por comodidad o por la practicidad para comprar productos sin salir de nuestras casas, poco a poco el papel moneda como lo conocemos quedará desplazado. Es por esto que es sumamente importante que nuestra cultura financiera y en específico el relacionado con el manejo de las tarjetas de crédito, lo tengamos súper presente, sobre todo ahora que también las tarjetas jugarán un papel importante en la generación de gastos deducibles.
A continuación, te platicaremos las ventajas, desventajas y cómo el buen uso de las tarjetas también te podrá generar beneficios fiscales.
Tarjetas de crédito y débito, ¿en qué se diferencian?
Las tarjetas de crédito nos permiten comprar sin necesidad de tener dinero disponible con el beneficio de pagar al final de un plazo determinado. Por otro lado, las tarjetas de débito dependen directamente del monto de dinero que tengas disponible, por lo que si al momento de hacer la compra no cuentas con saldo, no podrás utilizarla.
¿Por qué no tenerles miedo a las tarjetas de crédito?
Es muy probable que hayas escuchado que una tarjeta de crédito es signo de mayores deudas, sin embargo, si se domina el manejo de las mismas, se vuelven una excelente herramienta para controlar tu dinero. Entre los beneficios que más se destacan les señalamos los siguientes:
• Crear un buen historial crediticio.
• Pagar tus servicios desde cualquier lugar u hora.
• Control de tu presupuesto.
• Planeación de tus gastos.
• Descuentos, bonificaciones y/o promociones.
• Plazo para programar tus pagos.
Un punto importante que debes tener presente es el límite de crédito que estas tarjetas suelen tener. Esto lo hacen con la finalidad de que poco a poco, conforme las vas utilizando, vayas teniendo la oportunidad de aprender a manejarlas y medir los tiempos.
Tarjetas de crédito y los impuestos, ¿Cómo se relacionan?
El hecho de que las tarjetas de crédito no dependan directamente de tus ingresos, no quiere decir que no estén vinculadas a tu vida fiscal. A fin de cuentas, son parte del sistema financiero y sus operaciones están debidamente respaldadas por bancos e instituciones de crédito. Es por esto que sí debes de tener presente que los montos que tu gastes tienen una relación directa con la capacidad de pago que tienes, y por consecuencia con tu generación de ingresos, lo que definitivamente sirve como parámetro para determinar, en caso de tener una actividad empresarial o profesional (estés dado de alta ante el SAT), cuanto ganas.
Con la finalidad que el uso de estas tarjetas si cumplan su objetivo y no te generen ningún inconveniente fiscal, te pasamos los siguientes tips que creemos te serán de mucha ayuda.
• Paga tus tarjetas con transferencia bancaria.
• Si algún familiar, amigo o conocido va a pagar tu tarjeta, pídele que no sea con efectivo.
• Si optas por pagarlas en efectivo, cerciórate qué dentro de tus declaraciones de impuestos, tengas justificado ingresos en efectivo.
Recuerda que hay deuda buena y deuda mala, haz que tus tarjetas sean un un excelente reflejo de tu salud financiera. Esperamos que esta información te permita sacarles el mejor provecho a esta herramienta y si tienes alguna duda contáctanos en preguntanos@miprimercontador.com y con todo gusto te ayudaremos.
Pregúntanos, podemos ayudarte!
Mi Primer Contador.
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